domingo, 2 de abril de 2017

No sabré ni llorar.

Mañana no seré yo,
otro será el verdadero.
(Miguel Hernández).



No sabré ni llorar
al recordar tus ojos
que tenían el encanto,
la brisa de la espera.

En estas olas,
 en estos pensamientos
que me llenan de ti
 sin despertarme,
deteniendo tu rostro
 humedecido
y la palabra adiós
 sin pronunciarse.

No sabré ni llorar
para que me recuerdes
en la última brisa
que inunde la almadraba,
para ser de tu pelo,
tus uñas, tu vestido,
para ser el amante
que se recuerda siempre.

Ya sé que no te tengo.
Aunque cada mañana
te digas que eres mía.
¡No soy a quién quisiste!

1 comentario:

  1. Son innumerables los versos que nos puede inspirar la pérdida de la persona que un día amamos.Tal vez porque hasta que no la perdimos no sabíamos lo importante que era para nosotros.En estos casos,la poesía es el último lazo que nos une a aquellos instantes que fueron tan felices para nosotros aunque no lo supiéramos entonces.
    Me gustó mucho la primera estrofa.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.