sábado, 1 de abril de 2017

Una lágrima en el monte.

Desgajado de amor,
ebrio de olvido,
¿Hacia dónde camino
ora que he madrugado,
por escuchar al pájaro
enjaulado de muerte,
para desvanecerme
de mí que no me encuentro,
y quedarme sin ti,
que mentías sonriendo?




Robert Bruce siempre lo estropea todo,
intenta solucionarlo pero no puede.
sentado en el monte, ensimismado,
con una lágrima que brota
en sus ojos asustados.

No tiene inteligencia
y quisiera morir,
como un monstruo de feria
atormentado.

Una vez más, ha perdido el control;
hiere a quienes ama
sin saber lo que ha dicho,
sin medir lo que ha hecho,
y quisiera morir,
no escuchar sus pensamientos.

Cuando necesité que fueras
grande y poderoso
y me apartaras de esta gente y sus risas,
barrió un frío intenso 
el simulacro portuario
donde los borrachos nostálgicos lloraban
el alcohol en la sangre derramado.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.